lunes, 27 de agosto de 2012

La Mentira



La mentira y la ignorancia van cogidas de la mano, vivimos en un mundo de mentiras, casi me atrevería a decir que vivimos en una novela, donde la inteligencia es desperdiciada al inventar cualquier cosa sin ningún asidero válido, lo cual vale sólo para una novela o un cuento, en los cuales las buenas mentiras son producto de la genialidad creativa del literato. Pero, en otros casos, como la política, el periodismo, la formación de recursos humanos y obras científicas, las mentiras son deleznables, constituyen un acto de corrupción de quien tiene la tendencia a dejar de lado los valores, la moral y las leyes para, probablemente, en cuanto se le presente una oportunidad, de bajo riesgo, cometer un primer delito que constituye el principio de un ser humano maleable, quien cursará por un camino de corruptelas, estafando con sus palabras y más tarde con los hechos a quien se le atraviese en el camino.
Debo afirmar un paradigma: Ignorantes somos todos. Los torpes padecen de incapacidad, a los torpes debemos respetarlos porque ellos no tienen la culpa de ser así. La ignorancia se podría clasificar en grados de ignorancia, desde el analfabeta, hasta el súper especialista, o el docto que no lo puede ser en todas las ciencias y que por lo tanto ignora siempre más de lo que sabe. Sin embargo, existe un tipo de ignorante que lo es por indolente, porque le importa poco todo lo que represente leer y aún más aprehender, pero que no se permite evidenciar su absoluta ignorancia y dice lo que se le ocurre, aun cuando, no sepa lo que su boca pronuncia. Lo más grave de la ignorancia es enseñar una asignatura que se desconoce o no se conoce bien. Es crítico para el país saber que esto ocurre, sin generalizar, pero sí con frecuencia, en las aulas de educación, desde primaria hasta en posgrados y en función de lo requerido por un docente, dependiendo del nivel de educación donde enseña.
Pero qué es, realmente la mentira: Es una estafa, cuando haces creer a los demás que lo afirmado por ti, tú lo viviste, tú lo estudiaste o lo haz leído o; más concretamente, haces creer que tienes el conocimiento de lo que dices.
En cuanto a una conversación entre dos mentirosos, es lo más morboso de una reunión social, probablemente de tal círculo, el producto final sea un estercolero que va más allá de una patología mental. Esto ocurre cuando dos ignorantes se juntan y la vergüenza de su condición requiere del consuelo de la demencia.
En ningún momento hay que confundir la prudencia con la mentira, hay cosas que no se dicen por ser muy privadas y hay cosas que se dicen y son una imprudencia.
Como podemos vivir en un país donde los más altos dignatarios mienten a los ignorantes, pretendiendo complacer, excusarse o quedar bien con el pueblo, es posible que esos embusteros sean más torpes que ignorantes, es probable que al caer en el Principio de Peter, deban pasar a retiro, pues jubilados valen más que activos.
¿Es duro verdad? Duele cuando se recuerda alguna mentira, duele especialmente, a quienes han actuado así, habiendo sido educados para ser hombres de verdad. Vivimos en una Venezuela donde impera el embuste, donde ya muchos se han acostumbrado a eso y lo aceptan como parte de la vida ¡Que lástima! ¡Que desperdicio! Si no cambiamos, sino hacemos un esfuerzo, en nuestro trabajo, en las reuniones sociales y muy especialmente en nuestro hogar, habrá que redactar una nueva constitución para cambiarle el nombre a la República Bolivariana de Venezuela, por República Escatológica de Venezuela.
La mentira, también es cobardía, sino, piensen como correrán quienes han mentido insolentemente, aprovechándose de la ignorancia del pueblo, estafándolos al convencerlos de una vida mejor que no existe ni existirá, pero que más temprano que tarde se darán cuenta del engaño, no por estudiar sino por experiencia.
Cuando huyan, lo más pesado que se llevaran será lo que se han robado y que aún no han podido sacar, obviamente, no son todos, pero son muchos.
Menandro Camarán Pietri. http://menandro41.blogspot.com/2012/08/la-mentira.html

viernes, 24 de agosto de 2012

Las Opiniones

Las opiniones son en este tipo de medio de comunicación, un arma de penetración para la participación en todas las áreas del pensamiento y una fuente de conocimiento inicial, para contribuir al mejoramiento de la formación, del ejercicio inteligente que contribuye a evitar la torpeza de muchos y la ignorancia de todos.
Cuando me refiero a la ignorancia de todos, no estoy exagerando, esta es una condición general y, aún mas en este tiempo, donde las tecnologías de la comunicación e información, han permitido que la producción de conocimiento supere, generosamente, la capacidad de un genio para poder adquirir siquiera una mínima parte del volumen erudición que millones de estudiosos e investigadores científicos producen cada minuto.
Las opiniones aun cuando no tienen un valor científico, deben ser valiosas, sustentadas por el conocimiento que se tenga del objeto (sobre lo que se opina). Es indispensable que sean serias y formales, pero no tienen porque contar siempre con el apoyo de alguien, pueden tener discrepancias de terceros. Esto se debe porque no necesariamente están probadas, sin embargo tienen evidencias, son sobre casos comentados por la mayoría o por una gran cantidad de personas, han ocurrido eventos relacionados con la opinión de quien las comenta.
En otro sentido, cuando me refiero a la seriedad, ello no significa que un chiste, una caricatura o una expresión cínica, carezcan de seriedad, esta seriedad se refiere al asunto comentado.
El tema de la opinión puede ser descalificado de muchas maneras, o al menos intentado, una de ellas es retando a quien hace el comentario que no es la más indicada, por lo general esto lo hacen las personas un poco torpes y muy ignorantes. La otra forma es opinando lo contrario del objeto comentado, tratando de demostrar que la opinión emitida es un error, esto es lo que hacen las personas inteligentes y con conocimiento de la causa, objeto de la opinión.
Aquí quería llegar, en esta primera entrada para expresar algo que ya he hecho en otros medios:
Es importante en una persona inteligente y capaz, entender que si algún conocido suyo escribe y publica su opinión, crítica o no, con respecto a algún hombre público, sea quien sea, lo dicho no debe ser motivo para que él le conteste directamente, en tal caso debe referirse al individuo objeto opinado, defendiéndolo con su propia opinión. De no ser así pone en evidencia su ignorancia y su torpeza por no estar en capacidad de participar en programas como estos.
Espero continuar escribiendo sobre temas parecidos y otros que estoy preparando.
Menandro Camarán Pietri